20/5/13

Pentecostés Parroquial

¡Y el Espíritu descendió y nos apasionó con su fuego amoroso! La Vigilia de Pentecostés en el marco de la Asamblea Parroquial fue un regalo extra que a todos los participantes no llenó de vida nueva, esa pasión por el Reino vivida en comunidad. Y es que ya desde la mañana del sábado empezaron a llegar los representantes de las comunidades del campo, varios de ellos buscados con gran esfuerzo por los ministros de la eucaristía de cada paraje. Es que no podía faltar ninguna comunidad a la convocatoria. También los equipos -Jóvenes y Adolescentes, Catequesis Familiar, Caritas y otros- enviaron sus delegados. En realidad ya hacía tiempo que se venía trabajando y cada comunidad y área había analizado sus fortalezas y debilidades en base a un triple eje "Comunidad, Fe y Misión" que nos acompañó durante toda la tarea.
Luego de almorzar juntos, la asamblea se constituyó como tal: éramos unos cien entre asambleístas con derecho a voto y los miembros de la Comisión Preparatoria -logística, guardería, secretaría, buffet, servicios varios, animación, etc-. Unos 37 varones y el resto mujeres  La mayoría transitando la etapa media de la vida (entre 40 y 65 años) y una veintena de jóvenes y otra de la tercera edad. Sólo 7 eran extranjeros, pero más del 40% eran nacidos fuera de la zona parroquial. Una veintena de la zona del campo, otro tanto de la zona de chacras y el resto de la zona urbana. No había ningún analfabeto pero el nivel de instrucción variaba entre la primaria incompleta hasta los postgrados más top. Fe, cariño en el trato y entusiasmo abundaron en todos los participantes.
Seguimos la clásica metodología pastoral del "ver, juzgar y actuar + celebrar": se presentaron las comunidades y equipos y en mesas de trabajo bien variopintas se evaluaron las líneas pastorales anteriores que acompañaron el caminar parroquial en estos últimos cinco años. Una teleconferencia del padre Luis Casalá, marianista, y la Vigilia con ese momento tan fuerte de la Palabra trabajada y reflexionada en grupos, sirvieron de iluminación y pusieron broche final a una jornada muy intensa.
Tempranito el domingo, pusimos el día en manos de nuestra Madre, la Virgen Misionera con una bella oración matutina y ya a las 9.00hs estábamos trabajando por mesas mezcladas para elaborar las nuevas líneas. Este trabajo y la votación de las misma nos llevó toda la mañana y para las 13,30hs la asamblea hizo su voto final aprobando seis líneas pastorales para toda la parroquia para el próximo quinquenio. Como no podía ser de otro modo, la fiesta terminó con una buena choriceada, foto de la asamblea, una buena torta y la entrega de los certificados de participación en este acontecimiento eclesial que el Señor nos regaló vivir.