Finalmente fue el momento de la Eucaristía, donde los jóvenes representaron el evangelio, y cada grupo tejió un camino, que finalmente fue uniéndose al resto, como simbolizando el trabajo entrelazado de todos, por la construcción del Reino de Dios. Compartimos unas ricas empanadas hechas en el horno de barro, por las señoras de cáritas y terminamos la jornada con la Vigilia de Pentecostés, donde pedimos la venida del espíritu Santo.