Los voluntarios de este equipo realizan variadas acciones, sobre todo centradas en la visita y asistencia a ancianos y a enfermos. Además, un grupo de profesionales de la medicina dona turnos de atención gratuita a apersonas de las chacras y el campo que se evitan la complicación de los turnos en el hospital, pues los mismos los gestionan en la secretaría parroquial. Son atendidos con delicadeza, se los deriva a especialistas, se hacen análisis clínicos, diagnóstico por imágenes, y se les provee de los medicamentos requeridos, pues la parroquia cuenta con una “minifarmacia” para estos casos y la asistencia por medio de caritas. La labor se completa con el recibir a la gente y acompañarla en sus trámites o consultas, y estamos mejorando la “casita de la esperanza” para transformarla en una casa de tránsito para la gente que viene por cuestiones médicas, visita a parientes en la cárcel o por tramitaciones de diverso tipo. También en la parroquia funciona Narcóticos Anónimos que con su presencia callada, respetuosa y perseverante crea un espacio de contención y acompañamiento a los que tienen problemas de adicciones, especialmente los jóvenes.