Un día espléndido, con mucho sol, poco viento y una temperatura agradable. Los tres corderos estaban en posición para el sacrificio culinario en la parrillera recién estrenada. adentro de la capilla, todo fiesta: adornada con globos recibía a los niños que serían bautizados, a sus padres padrinos familiares y amigos. La comunidad de Virgen de Luján, la anfitriona tenía todo preparado al detalle: la liturgia festiva y popular, las ensaladas y las tortas, la música y las mesas, el vino y las mesas. Fue una jornada muy bella donde celebramos el triunfo de la vida y del amor sobre el aislamiento y el pecado.