Después de haber celebrado con la comunidad de San José Obrero de Mencué, le llegó el turno a la comunidad de el Cuy.
Allí también los catequistas, padres y familiares, esperaban la llegada del Padre Obispo y algunos hermanos en la fe de otras comunidades que quisieron participar y acompañarlos.
Fue una celebración muy participada, a través de la oración y el canto.
Los niños y jovenes recibieron un rosario de recuerdo.
Después toda la comunidad se reunió en el SUM, para compartir una hermosa y riquísima torta
Aprovechamos para ver terminado el Playón deportivo.
Y con las últimas luces de un día a pleno, de vivencias comunitarias, donde el Don de Dios, había sido el centro, retornamos nuevamente a la ciudad, acompañados por el mismo cielo azul, con algunas nubes, que parecían pintadas.
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