Cuaresma es el tiempo anterior a la gran fiesta de la Pascua. Es un tiempo rico en oración en compañía de un texto de la Palabra, del Rosario, de la Eucaristía comunitaria, de orar por y con los demás, de escucha mansa y atenta, o de contemplar la belleza de la Creación y dar gracias por eso. Es un caminar con otros, a la par, con misericordia y cuidadosos de lo Sagrado de cada persona, de su dignidad y fragilidad, de sus sueños, sabiéndonos todos peregrinos. Es un tiempo para ofrecer, brindarse, compartir, dejar la lado las excusas que nos atan, liberar los rencores, abrirse al perdón y saborear la infinita Misericordia y ternura de Dios. La misma que germina y crece en cada uno, si lo dejamos hacer..
Es un tiempo preñado de Conversión. De abrazar y amar lo que se cree, de decir Sí, como María. Es un tiempo de saber que el Anuncio, la Buena Noticia es para cada uno y es tan fuerte que no podemos mas que salir a anunciarlo a los otros!
Conviértete y cree en el Evangelio dice el sacerdote al colocar las cenizas. Que así sea!