El sueño se hizo realidad, la donación de una Fundación holandesa, posibilitó la compra de un tractor Fiat 400, que días pasados llegó a la sede de la parroquia.
El próximo fin de semana, lo llevaremos a Naupa Huen, para ser utilizado alli. Para esto hacía falta contruir el galpón para guardarlo, junto con las herramientas. Por eso, el fin de semana pasado, parte del grupo de trabajo, estuvo trabajando alli.
Pero no todo fue trabajo. Nos acompañó la responsable de la catequesis parroquial, Mirta, que quizó tomar contacto con la catequista, Laura y los 8 niños que se preparan para recibir la comunión. Compartieron dos días de juegos, tortas fritas, charlas, risas, fé.
Fue un fin de semana hermoso, con la satisfacción de haber compartido nuestra fe, con los más postergados.
Nos esperaba en camino de vuelta a casa.